25/11/11

CHORREOS DE ORFEO

Se alzó un árbol. ¡Oh puro chorreamiento!
Chorreó Orfeo. Y los animales del
bosque, carentes de almohada y
de guarida, chorrearon en el más
absoluto silencio.

No hubo movimiento ni sonido
que interrumpa esta delicada
ceremonia. (Se instaló un templo
del chorreo). Al mesías se le
anunciaba, a oídos ciegos y ojos
sordos, en una tranquilidad implacable.

Y de pronto, como un trueno en
la montaña, cayeron las ollas. Alguien
desconectó el proyector dentro de
un cineclub.

Se levantó Orfeo. Se acabó el
chorreo. Se levantaron las bestias y
sin emitir ni un soplido resignados
trabajaron por el bien de otro
chorreo.

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papi