29/6/16

conversaciones

ella dijo
me siento como el niño indio
tomando té con leche
a pesar de ser intolerante a la lactosa
yo le dije
de qué chucha estás hablando
recuerdas ese día en la playa
en el que robamos por primera vez

tienes que buscar más dentro de ti
-decía-
no tienes que demostrarle nada a nadie
excepto a ti mismo
cuando estés en las últimas puertas del destino
no importa si no logro entenderte:
estás buscando
y es mejor hacerlo con la mente despejada

recuerdas esa noche en la playa
en la que dormiste por primera vez

26/8/12

lo han entendido todo mal

escucha: no tengo ningún problema
con escuchar a mis vecinos recitar
a la hora del almuerzo el padre
nuestro en latín. un cuerpo es una cosa
y cualquier practica es cualquiera
digamos: no es igual acaso
tomar un taxi cuando se podría
caminar o tomar un micro? existen pues
ciertos desvíos con poco que ver
con el tamaño de un cerebro

no tengo ningún problema pero

han pasado dos mil doce años siete
meses veinticinco días veinte horas
cuarentaiun minutos desde que
un grupo de chamanes se juntaron
a escribir la secuela más vendida
de toda la historia y lo han
entendido todo mal. lo han
entendido todo mal y no hay necesidad
siquiera de explicarlo en mi poema.
entienda quien pueda.

19/8/12

no estoy preparado para tanta huevada

nunca estuve preparado para tanta huevada

cuando juegan los equipos peruanos y el
comentarista no tiene nada qué decir a
veces suelta una pincelada filosófica:
"el tiempo nunca marcha atrás" no sé
quién es este comentarista no sé cómo se
llama si será inteligente si habrá leído
algo alguna vez en su vida pero lo que sé
es que esa es la filosofía acá en mi pueblo
y lamentablemente es lo único que es verdad

nadie viene preparado para tanta huevada

también diré que no solo es lo único que es
verdad (aunque eso sea inmensamente debatible)
sino que también es lo único en lo que podemos
pensar "el tiempo nunca marcha atrás" y así
quién tiene tiempo para pensar en otra cosa
hoy me levanté a las 8 de la mañana hoy es
domingo eso significa que anoche no perdí el
tiempo pero abrí el ojo y dije: "conchasumadre
cómo estoy perdiendo el tiempo" cómo

no estoy preparado para tanta huevada
es verdad

finalmente haré pensar acerca de mi pueblo
porque hay una artista que ha hecho un
polo de Vallejo que es bien bacán con un
dibujito bien moderno y tiene esa cita: "Hay
hermanos muchísimo que hacer" y él ha
añadido "y tú no has hecho ni mierda" bueno
yo solo diré al respecto que no pues nadie
viene preparado para tanta huevada el tiempo
nunca marcha atrás y apenas hay tiempo
para existir y pensar que la estamos cagando
más y más y más y más y más y más y más y más
porque pensar en la combi nunca toma tiempo

8/8/12

IVO

uff
guapo
barbita
cáchate a una flaquita

hermano de Talía
doom metal psicodelico harcore

5/8/12

una noche en montevideo

quisiera escribir distinto
pero un padre me lo impide.
hay gente que lee poesía
y la escribe.
hay quien la entiende.

quisiera cantar distinto
pero hay más músicos en la habitación.
hay acordeones que se mueven en dos notas
pero en todas las dimensiones del alma.

escarbar. solo queda escarbar
en las profundidades,
muy adentro de esas cuevas
donde brillan esos ojos que nos miran
puede haber una joya
o un sol
o una manera de mirar el piso
para pasar desapercibido.

25/7/12

A otro nivel

                Hubo una época en la que salía con una chica tres años mayor que yo. Era de una belleza sutil. Por ejemplo, solo me di cuenta de lo bello que era su cuerpo cuando la vi desnuda. Sutil en todo sentido: su humor se basaba en construcciones sobre chistes que habíamos hecho antes, más precisamente, que yo había hecho antes. Era una chica especial. Te escuchaba y no tenía necesidad de hacértelo saber. No se podía conversar tan bien con nadie.
                Esta chica quería ser cineasta. Empezó estudiando Publicidad, bajo presión, lo dejó, y entró a estudiar Literatura, sin presión, lo dejó, y decidió dedicarse al cine. Buscó trabajo en varios periódicos, para poder trabajar de columnista o crítico de cine. Como era de esperarse, sin un título, nadie le dio trabajo. No voy a reparar en esto: todos sabemos de qué están hechas las empresas. Pero esta chica sabía más de cine que cualquier otra persona. Sabía más acerca de Pulp Fiction que el mismo Tarantino. Una vez vi, ¿en un documental?, creo que era algo acerca de Godard, una escena en la que Godard le preguntaba a un director que admiraba cuántas películas había hecho. (Me refiero a cuántas películas había hecho el director al cual Godard admiraba, no cuántas películas había hecho Godard). El director dijo que no sabía. Godard sí sabía. De esa escuela era esta chica. Me refiero, obviamente, al estilo Godard.
                Nos conocimos cuando ella estudiaba Literatura. Yo también. Yo no sabía que quería en la vida. No sé qué quiero en la vida. Digamos: son las cuatro de la mañana, le he prometido a mi novia actual que voy a reunirme con ella mañana a las 8 para tomar desayuno y no tengo nada de sueño. Estoy sentado, con las luces apagadas, la cortina cerrada, mirando la pantalla, quedándome ciego, escuchando música electrónica. Con la chica cineasta, quizás hubiera sido igual pero ella hubiera estado tirada en mi cama. No daré más detalles. Pero no sé qué quiero en la vida todavía: solo escribo de vez en cuando. ¿Quizás por eso estudié Literatura? Aunque no realmente por ser escritor, pero porque lo relacionado a la literatura era lo único que me acompañaba cuando no tenía sueño. La noche llega a un punto en el que jugar videojuegos, fumarse un troncho o tomarse un ron ya no tiene sentido, y solo escribir llena el vacío. Leer también. Aunque las dos son formas de dar vueltas alrededor de un vacío.
                Este tipo de cavilaciones son la razón por la cual ella dejó la carrera y yo me quedé estudiándola y la terminé y siento que no he aprendido nada. Pero este no es un relato acerca de mí. Ella dejó la carrera y dejamos de vernos. Yo no estaba de acuerdo. Le dije: ¿qué vas a hacer en el mundo sin un título universitario? Luego me enteré que dejó la carrera no solo porque tenía un ideal más apasionante sino porque no tenía plata. ¿Qué vas a hacer en el mundo sin un título universitario? No poder terminar de pagarles a tus hijos la universidad. Y así, la vida sigue, y las universidades funcionan para que los millonarios metan a sus hijos en ellas, y luego salgan de la universidad teniendo un título y consecuentemente sean los que puedan tener plata para seguir metiendo a sus hijos en la universidad. Sales del círculo si pasas San Marcos o alguna universidad nacional con veinte de promedio y consigues una beca para un doctorado y así ya no te pueden decir que no aunque hayas estado durmiendo en un basurero por los últimos siete años. Aunque tranquilamente podrían decirte que no y contratar al hijo del amigo, al hijo del dueño de la empresa de al frente. Puta madre.
                Ella dejó la carrera y trató de trabajar en los periódicos. Hay un verso de Verástegui: De pronto perdí todo contacto contigo. Eso nos pasó. Vivió en su casa un par de años más y luego se fue a Francia. Y en Francia se contactó con un par de personas, vivió en una cooperativa llena de peruanos y se dedicó a escribir un guión. ¿Por qué Francia? Porque la película estaba orientada allá. Esta chica llevaba el arte a otro nivel. Cuando ya estaba a punto de dejar Literatura le dije: “Si vas a hacerlo entonces dedícate a hacer un guión”. Y me miró con esa cara que tiene reservada la gente para los auténticos momentos de de-qué-estás-hablando-imbécil. Y me explicó que eso no funcionaba así de fácil. Y se ofendió. Pero luego me perdonó porque ella nunca se ofendía.
                No consiguió financiamiento. Así que, a lo Robert Rodríguez, enamoró a cuatro franceses y le pidió a dos de ellos que agarren el micrófono para el audio y el foco para la iluminación mientras que los otros dos actuaban y ella filmaba. Era una película fácil: solo dos actores. Eso no la hace fácil. Por favor, si lees esto, perdóname. Luego ella editó, etc. Pero igual la película no tuvo mucho apoyo ni mucho éxito. Así que se metió de cabeza al cine de vanguardia, supongo que habrá intuido que a los franceses les encanta esa vaina, por lo menos yo me lo imagino así. Su siguiente película fue rarísima y tuvo como título un concepto que se me ocurrió alguna vez cuando quise traducir el título de Taxi Driver al español: en vez de Taxista, se llamaría Robert De Niro pateando culo. Tampoco tuvo éxito.
                Yo tuve éxito. Saqué un doctorado. Conseguí trabajo en la Universidad de Lima. Escribí un par de novelas de género. Critican bien mi trabajo en los periódicos. Tengo estabilidad económica.
                Auxilio.  

16/7/12

COMO EN EL CINE

                Un joven de 22 años sube las escaleras de un bar. Al bar lo alumbran pobremente unos focos de luz verde y hay humo de cigarro en todos lados. En la pared hay posters de promociones de cerveza, afiches de mujeres casi calatas y letreros de no fumar. Una joven está sentada en una mesa cerca a la esquina. Acaba de terminar un plato de yucas fritas y está bajándose una cerveza. El joven se acerca y sin preguntar se sienta en su mesa. Ella revisa el lugar y luego prende un cigarro. Mira deliberadamente hacia otra parte por casi un minuto, mira su vaso y saca una libreta y un lapicero. Toma un sorbo y empieza a escribir. El joven ha prendido violentamente un cigarro, sin revisar. Lleva lentes oscuros, un sombrero tipo detective y una chalina grande, verde, sobre una camisa también verde y unos pantalones de corduroy. Ella tiene un polo rojo de Pam Grier.
                Sin mirarla, soltando el humo del cigarro, el joven empieza.
                -¿Sientes que tu personalidad es neutral? Como si todas las cosas que hicieras fueran lo más normal del mundo, totalmente neutrales, sin expresividad. O, a ver… como si todos los demás hicieran cosas que son tan diferentes que tú sientes que cuando las haces, no estás expresando nada. Como si tuvieras un tono de voz neutro, sin melodía, sin expresividad, o que si la tienes, es totalmente falsa. ¿Te ha pasado?
                La joven toma un sorbo de su cerveza. Sigue mirando su libreta.
                -Como si no tuvieras personalidad. Como si fueras la única sin personalidad de toda la gente que conoces.- Toma un sorbo y una pitada del cigarro. Bota el humo rápidamente. –Pero no “sin personalidad” como los idiotas que se dejan abusar, a los que puedes ponerte frente a ellos en la cola del cine y no te dicen nada a pesar de que te hayas colado. “Sin personalidad” como si fueras así, medio muerto, sin expresar nada.
                Ella lo mira al fin a los ojos. Una mirada de un segundo. Y volvió a su libreta.
                Él se inclina sobre la mesa.
                -Eso te pone a pensar acerca del concepto de “normal”. Si no tenemos una personalidad que explota, que se expresa demasiado, que no llama la atención, digamos, es porque somos totalmente normales. No tenemos nada anómalo. Amorfo. Pero así, el centro somos nosotros. Y por eso es tan radicalmente inconcebible que haya personas que tomen otras cosas, las cosas más rarazas, como normales.
                Está hablando fuerte. De vez en cuando la gente voltea y lo mira. Él ha estado mirando a la chica fijamente, pero ahora mira hacia un lado. ¿Cómo un sabio cerca a la conclusión? Ella no ha dejado de mirarlo desde hace treinta segundos. Él lo sabe. Después de un rato vuelve a ella. Ella lo sigue mirando y le dice tranquilamente, en voz baja, casi dulce:
                -¿Lo vamos a hacer? Si quieres lo dejamos acá.
                Él se quita los lentes, los pone sobre la mesa. En ningún momento le quita a ella los ojos de encima. Y así:
                -Es como la gente que dice Conga va o no va. Puede haber dos personas que digan que sí va, pero quizás con ideales distintos. Por ejemplo: somos humanos, tenemos que explotar a la naturaleza todo lo que podamos y tenerlos bajo nuestro control.- Alza la voz para esto último. Y aún más para esto. –O: somos humanos, nuestra naturaleza es conseguir más dinero y comprar todo y hacernos los huevones y tirar toda nuestra plata en trago y no tener ningún sentido.- Un poco de tranquilidad. –Cualquier cosa: cualquier pachotada se puede decir para apoyar Conga.
                Ella tira su libreta al piso.
                -¿Eres imbécil? ¿Oe, eres tan huevón, en serio? ¿Vienes acá a decirme puras cojudeces y gritarlas a mi cara, sin que yo te haga ningún caso, y encima huevón te vas a poner a hablarme de Conga? ¿A mí me vas a hablar de Conga? ¡Yo estudio Economía en la Pacífico, imbécil, qué crees, que puedes venir a decirme a MÍ? ¿Cómo CHUCHA no va a ir Conga? ¿Quieres que la gente se muera de hambre?
                Él también se para.
                -¡Cojuda, se nota que no sabes nada!
                Ella se dobla, mira al piso, se tapa la cara con las manos. Se incorpora inmediatamente. La gente ya está gritando su opinión acerca de Conga o insultándolo. Las opiniones son variadas. Ella suspira y termina:
                -¡Imbécil!- y coge un vaso y lo rompe tirándolo al piso. Sale corriendo. Él se seca su vaso de cerveza y sale, tranquilamente, ignorando al mozo que había subido a ver qué pasaba y al griterío de la gente que lo insulta.

                Más tarde, en el malecón de Barranco, Enrique y Silvia se tomaban un ron mirando el mar. Ya estaba amaneciendo.
                -¿Realmente crees todo eso de la personalidad neutra, y esas huevadas?
                -No. Fue la primera cojudez que se me ocurrió cuando llegué. Estaba un poco nervioso. Era la ropa.
                Ella se río y lo abrazó. Él también se río.
                -A mí me gustó. Yo me siento así.- dijo ella.
                -Sí, pues.
                Él tomó un sorbo del ron.
                -Esta ha sido la mejor.- dijo.
                -Sí, oye. Pero en una parte casi me mato de risa.  
                -Yo también, casi. Cuando rompiste el vaso…
                Ella se volvió a reír.
                -Vamos a tener que buscar otro bar.