En una casa vivía una familia. Esa familia estaba compuesta el padre, la madre, el hijo y la hija. El padre era economista. La madre nunca terminó de estudiar. El hijo era un metalero estudiando antropología. La niña tenía diez años. Lo que nadie sabía, excepto la hija, era que en la casa vivía un monstruo. Todas las noches, la hija se acercaba a la guarida del monstruo; se sentaba en la puerta y se quedaba expectante hasta el amanecer, con mucho miedo. Un día decidió que quería ver al monstruo, entonces llevó una linterna. Primero alumbró solo una pequeña partecita del monstruo, que era la cosa más fea que había visto en su vida. Desde ese día, siempre que fue a ver al monstruo alumbraba solo esa partecita, hasta que un día decidió alumbrar un poco más, y tuvo mucho miedo. Tuvo tanto miedo que le dio fiebre, y no pudo ir a ver al monstruo por una semana. Cuando se recuperó, decidió que era hora de ver al monstruo totalmente. Fue a su guarida y lo alumbró completamente. Era tan horrible que decidió matarlo. Al día siguiente, en el velorio, nadie podía entender por qué se iría a suicidar una niñita de diez años.
me hizo acordar estas fotos http://www.joshuahoffine.com/
ResponderEliminarjose!!! que trágico, casi lloro, oe escribe cosas mas bonitas pes, no seas emo jajajaja
ResponderEliminartú lo hiciste?
ResponderEliminarEs paja eh, trágico pero paja.