Entre mis amigos está corriendo el tema de discusión acerca de la creencia de Dios.
Yo creo que la biblia tiene un mensaje especial, que se ha ido distorsionando con el pasar del tiempo. También creo que la iglesia es una institución que perdió el hilo de la cuestión hace mucho tiempo, y nadie se salva de ser humano, nadie se salva de la semilla del mal. Ni siquiera aunque vivas en la casa de Dios.
Yo no creo en Dios, nunca lo hice y jamás lo haré, pero debo admitir que tengo relaciones pseudoreligiosas con algunas cosas, particularmente algunas características del arte en general. Creo que el ser humano nunca debe dejar de soñar, y la religión de su punto de vista más inocente permite eso. Supongo que en la antigüedad, cuando la gente no le podía encontrar una explicación coherente al origen del universo, (¿realmente tiene un inicio el tiempo?), partió como un mito, que seguramente logró hacer que la gente no se vuelva loca y desquiciada.
Me gusta pensar que la idea de Dios es como la idea de Macondo, la idea de Manco Capac y Mama Ocllo, la idea de la mitología en general: No es verdad, pero le da vida a la vida. No existen, pero están ahí como posibilidad latente, como para no estar totalmente seguros que apenas somos células que evolucionaron lo suficiente como para estar aferrándose de cualquier cosa para seguir vivos, desesperadamente huyendo de la muerte, siendo egoístas, y todas las otras cosas que pueden decirse acerca de la naturaleza de todo ser vivo. La posibilidad que no sea solo así despierta cierta esperanza en la humanidad, que no deberíamos abandonar, sea cual sea nuestro motor soñador.
Y francamente, discrepo con Nietzsche al decir que la debilidad humana es una maldición del cristianismo. Si no fuera por la "mediocridad" de los valores cristianos, creo que algún "poderoso" ya me hubiera asesinado, a mí y a varios otros amigos y conocidos míos.
La mierda social, definitivamente, no es a causa de la prédica religiosa. Es inherente al ser humano. Aún así sin religión, la sociedad sería la misma cagada; es más, creo que sería peor.
Para concluir: De nuevo, no creo en Dios, me parece un concepto interesante porque despega (al menos inconscientemente) al ingenuo (y todos necesitan su buena despegada, no importa que tan analíticos sean), y, añadiré, creo que la procesión va por dentro: Si ya "encontraste la luz" y verificaste "científicamente" que Dios no existe, celebralo contigo mismo; un antireligioso es casi tan fregado como un predicador. Un cristiano no necesariamente te está haciendo daño.